El amor, el amor.........

A una amiga, la Carlita se le ocurrió la brillante idea de invitarme a participar en un concurso llamado "Carta a un amor perdido" de la fundación Gabriela Mistral, pero nunca la pude mandar jajaja.

CONCEPCIÓN, octubre 25 de 2005.-

Querido Frank:

Espero que te encuentres bien al igual que tu familia. Ojalá no hayan más problemas en tu trabajo.

Bueno el motivo de esta carta, es poder recordar aquellos momentos inolvidables que pasamos juntos, ¿los recuerdas también?

Me acuerdo cuando te conocí en ese verano del ’91, todo serio y caballero. Y después un loco más al igual que yo, tantos instantes de risa, alegría, cuanta ternura de tu parte, si yo me sentía en las nubes. Recuerdo cuando tu llegabas a verme con una sonrisa enorme, todo el cariño que me entregaste, me sentía tan protegida como si me abrazaras con algodones, fui tan amada por ti.

Tantas locuras que hicimos: ir a la playa, a mirar el río hasta que anocheciera, ¡aaah, y cuando doblamos los tenedores y el garzón nos retó!!

Son tantas las emociones, tantos los recuerdos que se mezclan en mi mente y en mi corazón.

Tu partida fue muy difícil, ¿quién me iba a tratar como tú? ¿Cuánto tenía que esperar para poder disfrutarte de nuevo? Fue tan doloroso, si hasta el día de hoy, lo recuerdo y me brotan solas las lágrimas. Y sufrí mucho, no sabía cuanto te quería antes de tu adiós.

Pero la alegría volvió nuevamente, viniste en julio del 1992 y me contaste lo que no quería escuchar, tenías a otra persona acá en Chile y no habías terminado con ella cuando empezaste conmigo, reconozco que me dolió mucho, nunca nunca imaginé eso de ti, pero me lo explicaste e igual no entendí. Y te fuiste nuevamente, sabías lo que pasaba por mi mente y el dolor que eso me provocó. Y en septiembre terminé nuestra relación, es que no soporté esa mentira y hasta el día de hoy me arrepiento de no haber sido más madura, de entender tu posición. Sólo Dios sabe lo que hay en mi corazón pero la vida es así.

Imagínate que aún cuando estoy mal y me empiezo a “bajar”, leo tus cartas, todas las cosas que me escribías y vuelvo a tener ánimo, a sentir que soy valiosa y que hubo alguien que amo tal cual y ese fuiste tú.

Ahora, soy mamá y tú formaste tu familia, yo tengo una hija y tú, la parejita. Estás casado y nos separan miles, miles de kilómetros.

Y las vueltas de la vida, nos han hecho encontrarnos de nuevo, en realidad tú me encontraste, buscaste a alguien que te diera mi nuevo número telefónico. ¡Cuánto lloré con esa llamada!, fue como volver al pasado, me sentí tan feliz, no salían palabras de mi boca, sólo GRACIAS. Nuevamente, me diste una sorpresa, como lo solías hacer, bueno me mal acostumbraste. Sabes todavía tengo las rosas y “El Alquimista”, y con ese libro descubrí que todo lo que necesito está en mi corazón y tú formas parte de él, una parte es tuya y siempre lo será.

Actualmente, estoy en contacto contigo, ahora mismo estamos chateando, la modernidad nos llegó. Pero me quedo con el pasado, nostálgico pero lleno de felicidad. Y quien lo iba a creer, ahora eres mi mejor amigo, a quien recurro en mis momentos de tristeza, él que me aconseja y me hace reír, nos contamos todo (creo) y sigue intacto mi sentimiento hacia ti, pero ahora es amistad, te quiero muchísimo y espero contar contigo por muchos años más, mi gran y querido amigo Frank.

Bueno me tengo que despedir, que estés muy bien y tu familia igual, besos y abrazos,

Te quiere mucho tu amiga Gabriela, la Bicho.