Tesoros de la vida.
En una de las conversaciones taaan amenas con mi Choclo, tratamos de arreglar el mundo de una y otra forma. Intentando aclarar tantas dudas existenciales, que hoy en día pasan desapercibidas.
Cuanta gente no se valora, cuantos se dejan pasar a llevar, cuantos cargan con culpabilidades ............... pero conversando, conversando nos fuimos al otro extremo.
¿Cómo me aprecia el otro? El esposo, hermano, amigo, hijo......¿ Sabrán realmente cuan valiosa soy?
Sí, muchas veces no nos queremos, no nos valoramos y no damos importancia a nuestra vida ni siquiera en su más minúsculo detalle. Pero, con la ayuda de Dios y otras personas, comenzamos a descubrir lo bueno en nosotros que quizás nunca nos dimos cuenta. Cada vez que alguien me dice algo bueno que tengo, sólo pienso en Dios y agradezco la posibilidad que otros lo descubran.
A estas alturas de la vida, sé lo bueno y lo malo de mí y espero que los demás también lo sepan ver, respetar y valorar. ¿Porqué digo valorar? Bueno acá está la conclusión de la conversa con la Mape, cada una de nosotras (todos en realidad) somos un tesoro, con un montón de piedras preciosas (pasado, presente, dones, valores, experiencias de vida, etc, que cofiando, tratamos de compartir con los demás y es en ellos que lo descubrimo cada día más. Lo que esperamos es que el otro, que recibe parte de mi tesoro, sepa guardarlo para él. Cada vez que compartimos algo valioso de nosotras, entregamos parte de ese tesoro, ahora depende del otro la utilidad que le dé a la "piedra preciosa" que le dimos. Ojalá las mías no las encuentre en manos de otras personas o por ahí botadas.
Cuanta gente no se valora, cuantos se dejan pasar a llevar, cuantos cargan con culpabilidades ............... pero conversando, conversando nos fuimos al otro extremo.
¿Cómo me aprecia el otro? El esposo, hermano, amigo, hijo......¿ Sabrán realmente cuan valiosa soy?
Sí, muchas veces no nos queremos, no nos valoramos y no damos importancia a nuestra vida ni siquiera en su más minúsculo detalle. Pero, con la ayuda de Dios y otras personas, comenzamos a descubrir lo bueno en nosotros que quizás nunca nos dimos cuenta. Cada vez que alguien me dice algo bueno que tengo, sólo pienso en Dios y agradezco la posibilidad que otros lo descubran.
A estas alturas de la vida, sé lo bueno y lo malo de mí y espero que los demás también lo sepan ver, respetar y valorar. ¿Porqué digo valorar? Bueno acá está la conclusión de la conversa con la Mape, cada una de nosotras (todos en realidad) somos un tesoro, con un montón de piedras preciosas (pasado, presente, dones, valores, experiencias de vida, etc, que cofiando, tratamos de compartir con los demás y es en ellos que lo descubrimo cada día más. Lo que esperamos es que el otro, que recibe parte de mi tesoro, sepa guardarlo para él. Cada vez que compartimos algo valioso de nosotras, entregamos parte de ese tesoro, ahora depende del otro la utilidad que le dé a la "piedra preciosa" que le dimos. Ojalá las mías no las encuentre en manos de otras personas o por ahí botadas.